Todas las drogas, incluyendo al alcohol, tienen en común que actúan sobre el centro cerebral del placer o refuerzo. Esto significa que, al tomarlas, activan una parte de nuestro cerebro que proporciona placer, que nos hace sentir bien y, por lo tanto, tendemos a repetir esa conducta.
El alcoholismo es una enfermedad mental que es mortal, progresiva y crónica que se desarrolla como resultado de múltiples factores de distinta naturaleza (biológicos, psicológicos y sociales).
Hemos de distinguir entre: el uso recreativo de la bebida, el abuso y la adicción o dependencia.
Uso Recreativo:
- Es el contacto inicial con el alcohol, que puede ser abandonada al cabo de un cierto tiempo o tener continuidad en su uso.
- Es un consumo que se relaciona con el tiempo libre y las actividades de ocio.
- Normalmente los primeros contactos se producen por curiosidad y/o por presión social (amigos, compañeros, etc…)
Abuso:
- Aumenta la frecuencia e intensidad del consumo de la substancia.
- Se empieza a desarrollar la tolerancia: Necesita una cantidad de bebida mayor para sentir lo mismo que al principio.
- Se establece una “manera” de utilizar el alcohol, unos horarios definidos, una secuencia a lo largo de la semana, unos lugares concretos donde se consume, etc… es decir, un patrón de consumo.
- Empiezan a presentarse algunos problemas en algunas áreas de la vida de la persona (trabajo, familia, pareja, etc.).
- Empiezan a darse consumos en situaciones en las que hacerlo puede ser peligroso (conducción, por ejemplo).
Dependencia o alcoholismo:
- El consumo pasa a ser regular y la tolerancia aumenta.
- Pérdida del control, la persona usualmente bebe sin poder parar.
- Fallan los recursos psicológicos para enfrentar las crisis.
- La bebida es tomada en cantidades mayores o en periodos más largos de lo que inicialmente se pretendía.
- Empiezan a haber intentos con poco o nulo éxito de controlar o interrumpir el consumo de la substancia.
- Aparece la insidia o las ganas descontroladas e intensas de querer beber.
- Se dedica cada vez más tiempo a actividades relacionadas con la obtención y el consumo de la bebida, y en la recuperación después de la resaca.
- Se reducen las actividades sociales, laborales y familiares, con consecuencias (despido, abandono, desprestigio, etc.).
- Se consume a pesar de ser consciente de los problemas que le comporta el consumo de la sustancia, aparece la negación.
Cuando el uso pasa de ser recreativo a ser abuso, es cuando se hace necesario acudir a un especialista en dependencia de drogas y alcohol para poder realizar un tratamiento adecuado. Cuanto antes se identifique que el consumo empieza a ser problemático más fácil será resolver los problemas que conlleva y más difícil será que se desarrolle una adicción grave.